martes, 30 de noviembre de 2010

Osho, El libro del ego

Un día estaban dos vagabundos sentados bajo un árbol y uno le dijo al otro:

- Yo he acabado en este estado por no hacer caso a los consejos de nadie.

Y el otro replicó:

- Amigo, yo he acabado así por haber seguido los consejos de todo el mundo.

Tienes que hacer tu propio viaje. Estás helado; lo sé. Eres desgraciado; lo sé.
La vida es dura; también lo sé. Y no tengo ningún consuelo para ti,
ni creo que yo pueda consolarte,
porque todo consuelo se convierte en un aplazamiento...

No se puede rehuir la realidad.

Teorizar tampoco sirve de ayuda. Olvídate de las teorías y presta atención a los hechos.
¿Te sientes deprimido? Tienes que indagar en la depresión.
¿Estás enfadado? Tienes que indagar en ese enfado.
¿Sientes deseos sexuales? Pues olvídate de lo que digan los demás; indaga en tu interior.
Es tu vida y tienes que vivirla.
No pidas nada prestado, no aceptes nada de segunda mano.
Dios ama a las personas de primera mano. No parece que le gusten las copias.
Sé una persona original, individual, sé tú mismo e indaga en tus problemas.

Y sólo puedo decirte una cosa: que en tu problema está oculta la solución.
El problema es simplemente una semilla. Si profundizas en él, brotará la solución.
Tu ignorancia es la semilla. Si profundizas en ella, florecerá el conocimiento.
El problema consiste en el frío que sientes, en los escalofríos.
Adéntrate en ellos, y surgirá el calor.

En realidad te lo dan todo: la pregunta y la respuesta, el problema y la solución,
la ignorancia y el conocimiento. Sólo tienes que mirar en tu interior".

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