miércoles, 21 de octubre de 2009

LA REALIDAD EVIDENTE Y LA REALIDAD OCULTA

2- La Realidad Oculta

Antes de hablar sobre las características que conforman la Realidad Oculta, debemos decir que –comúnmente- hay dos modos de enfocar lo que ocurre más allá de la materia, más allá del mundo físico.

A) Están los que defienden que tras la cortina sólo está Dios Omnipotente.

B) Luego tenemos a los no creyentes, que consideran que más allá de la cortina está la nada, y que no existe continuidad.

A decir verdad, hay una perspectiva que no es nada nueva (posiblemente casa con la visión que tenían los gnósticos) que es la que explica y complementa a la que aquí vamos a desarrollar. Esa perspectiva nos dice que, más allá de la cortina, hay una guerra, un conflicto milenario de la cual nuestra dimensión, nuestro mundo, es un espejo, un tablero de ajedrez a gran escala. Para comenzar la ilustración sobre este asunto empecemos con unas reveladoras palabras del libro La Rebelión de los Brujos:

‘Nuestra civilización, como toda civilización, es un complot. Numerosas divinidades minúsculas, cuyo poder sólo proviene de nuestro consentimiento en no discutirlas, desvían nuestra mirada del rostro fantástico de la realidad. El complot tiende a ocultarnos que hay otro mundo en el mundo en que vivimos, y otro hombre en el hombre que somos. Habría que romper el pacto, hacerse bárbaro. Y, ante todo, ser realista. Es decir, partir del principio de que la realidad es desconocida’. (L. Pauwels y J. Bergier)

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