Toda revolución pretende romper las cadenas de la esclavitud, pero una vez rotas, ya están preparadas otras cadenas... desde los tiempos de las cavernas nada ha cambiado. y nada cambiará, porque siempre se impondrá el más hartero, el más astuto y, a menudo, el más corrupto. Y según la condición del pueblo, llevará el vestido de la dictadura o de la democracia. Pero el hombre será siempre esclavo, aunque tenga la ilusión de ser libre...un día resurgirá el hombre libre, pero el pueblo será siempre.
jueves, 10 de septiembre de 2009
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