No realizarás manipulaciones genéticas. No llevarás a cabo experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones. No contaminarás el medio ambiente. No provocarás injusticia social. No causarás pobreza. No te enriquecerás hasta límites obscenos a expensas del bien común. Y no consumirás drogas. Estos son los nuevos pecados sociales condenados por el cristianismo católico desde hace casi dos años.
¡Jooooder, como se va a poner el infierno!
Que le digan a un fumeta que es pecado cuando está con la maria, a ver que contesta.
Qué dilema para la justicia; ¿condenar a un traficante o hacerle rezar tres Ave Maria?
Y ¿los ganaderos? ¿Que van hacer los propietarios de las vaquerías con los pedos de las vacas, que contaminan un montón?
(Dios bendito, ilumina a estos pensadores para que no hagan desaparecer a la Danone) Me pregunto si la servidumbre del Vaticano cobrará lo mismo que Bene, o los obispos, o cardenales o a todos los que tienen que servir, para acortar distancian salariales? digo yo.
Qué ingenuidad pensar que los ricos empresarios van a dejar de aumentar sus cuentas corrientes para darsela como paga de beneficio a los pobres trabajadores.
De verdad que esto me parece algo surrealista. No deben predicar lo que no practican. Todo esto no hace más que aumentar la culpabilidad de los débiles para seguir siendo manejados. La modernidad, no creo yo que sea volver al pasado con el lenguaje de hoy.
Y sigo respectando a los buenos religiosos y religiosas que no les hace falta tantas leyes para ayudar al prójimo.
Pepa Muñoz