«Mientras la mente se deje dominar y controlar por el deseo de su propia seguridad no podrá libertarse del yo y de sus problemas; y es por eso que no hay liberación del yo mediante el dogma y la creencia organizada que llamamos religión. El dogma y la creencia son sólo proyecciones de nuestra propia mente. Los ritos, el "puja", las formas aceptadas de meditación, las palabras y frases constantemente repetidas, aunque pueden producir ciertos efectos agradables, no libertan la mente del yo y sus actividades, porque el yo es esencialmente el resultado de las sensaciones.
En momentos de tristeza, nos volvemos a lo que llamamos Dios, que es sólo una imagen de nuestra propia mente; o encontramos explicaciones satisfactorias, y esto nos da consuelo temporal. Las religiones que seguimos son creaciones de nuestras esperanzas y temores, de nuestro deseo de seguridad interna y reafirmación; y con el culto de la autoridad, ya sea la de un salvador, un maestro o un sacerdote, viene la sumisión, la aceptación y la imitación. De suerte que se nos explota en el nombre de Dios, tal como se nos explota en nombre de los partidos y de las ideologías y continuamos sufriendo».
La educación y el significado de la vida (1950)
[Extracto del libro escrito por Jiddu Krishnamurti]
http://serpensador.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario