Se nos llena la boca. Se nos llena la boca de decir, eso no tiene una base real, no es compatible con lo que me han hecho creer. O peor, aún no es compatible con lo que me es más cómodo creer.
Con esto quiero decir, que la próxima vez que se le ocurra determinar la realidad antes de tachar a alguien de loco o, más benévolamente, de fantasioso pregúntese así mismo si quizás no es usted una suerte de borrego adocenado que bala los mantras reales, siguiendo el camino que le marcan, perpetuando lo establecido y conveniente para otro distinto de usted, al que sin saberlo sirve y sin saberlo es controlado por él.
Evidentemente no tiene que creerlo todo y dar verosimilitud a lo primero que le digan por muy real o fantasioso que sea. Saque su propia conclusión. Atrévase a mirar desde el límite último del reino a esas metafóricas montañas e inevitablemente se posicionará. CONTINUAR AKI
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