Sospecho que Quetzalcóatl, Manco Capac, Bochica, Kukulkán y todo el larguísimo etcétera de dioses nacidos de madre virgen encarnados como humanos formaban parte de ellos. De la lista de religiones afectadas por esos seres sólo excluyo, y con muchas reservas, a algunas sectas budistas. Excluyo sin ninguna duda a aquellas religiones, doctrinas o creencias que se basan en la búsqueda de la verdadera naturaleza de nuestro ser en el interior de nosotros mismos. Por ahí sé que está el camino. Si andamos mirando al cielo en busca de lucesitas y shows espectaculares, las veremos sí, pero el único resultado real será tropezar por no mirar dónde ponemos los pies. Mirad hacia adentro. Ahí está todo. Adentro de nosotros está el Gran Todo del que somos parte esencial.
miércoles, 7 de octubre de 2009
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