A estas alturas, muchos ya sabréis que el cráneo supuestamente de Adolf Hitler no pertenece al führer sino a una mujer de entre 20 y 40 años. De un plumazo, las investigaciones forenses de la Universidad de Connecticut han echado por tierra la teoría oficial sobre la muerte del dictador alemán y han abierto la puerta a las de la conspiración, esas que han sido rechazadas como “locuras” durante décadas.
miércoles, 14 de octubre de 2009
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