Todo está sometido a la dinámica de lo impermanente, donde los procesos surgen y se desvanecen. Todo fluye, todo pasa y transita
Nada es estático, incluso el momento presente surge para luego desvanecerse aunque hay que vivirlo plenamente y soltarlo…
Todos compartimos el mismo espacio físico, pero no el mismo de consciencia. No es lo mismo dejarse vivir que vivir. La vida se convierte en arte cuando se vive con plenitud y se aprende tanto de lo grato como de lo ingrato.
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