Podemos quejarnos de que no nos dejan ser lo que somos, sufrir por no llevar la vida que queremos, pero, ¿hasta que precio estamos dispuestos a pagar por una verdadera transformación?
Esta pregunta es muy profunda. Salir de la zona de seguridad, cruzar ese umbral del confort, del todo trillado, puede costar caro. Muy caro. Pero, como dice Jodorowsky, “la mayor felicidad es ser lo que uno es, no lo que los demás quieren que seamos”.
Nietzsche no lo puede ver más claro:
“El individuo ha luchado siempre para no ser absorvido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el provilegio de ser uno mismo”.
visto en http://planocreativo.wordpress.com
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